Reportaje: Claudio Fortunata

“…a través de su hija y amigos trasladó dinero que convirtió en bienes…”


El Presidente del Movimiento de las Provincias Unidas de la Provincia de Buenos Aires habló con El Pueblo Nuevo sobre la actualidad partidaria y la controvertida expulsión de su antecesor en el cargo.


¿Cómo está la situación del MPU hoy?
El Movimiento de las Provincias Unidas ha regularizado su situación frente a la justicia y ante sus afiliados, que habían quedado en la orfandad producto de la desaparición de Mauricio Silva y alguno de los otros servidores de él que aprovecharon el acto eleccionario del 28 de Octubre pasado para enriquecerse y hacer de eso un negocio mas en lugar de preocuparse por la gente. Así que tuvimos un período sin conducción, la que tuve que asumir yo como vicepresidente primero y a través de la Convención de la Provincia de Buenos Aires se regularizó, se llamó a elecciones y hoy tenemos la posibilidad de tener en orden jurídicamente el partido y estamos reorganizándonos en los distritos, hay muchos que han quedado muy mal, lo que nos favoreció en nada. En ves de ser un auxilio la presidencia de Silva fue una bolsa de plomo. Hoy tuvimos que salir a caminar distrito por distrito para poder reflotar, asistir y contener un montón de compañeros que habían visto en el MPU una instancia superadora, algo que permitiera resumir sus inquietudes y poderlas plasmar en un proyecto político viable. Eso es lo que estamos retomando hoy.

¿Hubo problemas con las afiliaciones?
Si, hay muchos compañeros que no aparecen en el padrón, no podemos dar certeza de que fue lo que ocurrió lo que si que esas afiliaciones las tuvo Mauricio Silva y resulta que después no se vieron reflejadas en el padrón. Por lo que tuvimos que tomar la decisión política de amnistiar a todos aquellos que sabemos que fueron afiliados y que hoy no aparecen en el padrón para darle la oportunidad de participar de las estructuras básicas del partido.

¿Cómo están funcionando ahora como partido?
Estamos funcionando como cualquier partido de la Provincia de Buenos Aires que está regularizado, porque ese es uno de los grandes problemas que tienen el sistema político argentino, a partir del año ´94 donde el art. 38 de la Constitución Nacional establece el reconocimiento implícito de los partidos políticos como órgano democrático para el sostenimiento de la vida republicana, pero lo cierto es que la mayoría de estos no han tenido elecciones internas. Nosotros hemos llamado a elecciones internas a través de la Convención Provincial, que es el órgano máximo, y de esa manera pudimos legitimar y legalizar la situación de todos aquellos que estamos en la conducción partidaria. De esa misma manera se está buscando la regularización en cada distrito, donde se están eligiendo sus propias Juntas Comunales. De esa manera ser parte de un proceso de cambio de la política de hoy.

¿Cómo quedó parado después de las elecciones y el magro resultado obtenido por el partido a nivel nacional?
El partido está parado desde la base de la esperanza. En ningún momento hemos creído que íbamos a hacer una elección mucho mejor, tampoco pensábamos que iba a ser tan mala. Esto merece una autocrítica y saber cuáles fueron realmente nuestros aliados. También es cierto que tuvimos la desgraciada situación del caso Fuentealba, algo no deseado por nadie pero que ocurrió e influyo muchísimo. Esto hace que la figura de Jorge Sobisch se desdibujara un poco, pero sin perjuicio de ellos él logró más votos que el propio Blumberg que 15 o 20 previos a las elecciones estaba midiendo un 17%, sin embargo la realidad indica que no llegó siquiera a la 1,5%. Quiere decir que algo falló. O las encuestas eran mentirosas o el haberle mentido a la gente con su título de ingeniero defraudó y creo un malestar. También en un signo positivo si la gente reconoce que hay que castigar al mentiroso. Esto nos hace sentir muy bien, nosotros no somos mentirosos y este gobierno es mentiroso y va a ser castigado próximamente.

¿Cómo quedó la situación con Mauricio Silva dentro de la estructura partidaria?
Él y otros tanto ex compañeros, y digo ex porque se fueron excluidos del partido, fueron expulsados por el órgano máximo, por inconducta, por incumplimiento. Incluso la morosidad de Silva y el anterior tesorero hicieron que no presentáramos ni libros, ni los balances correspondientes a cada período. Nos puso en una situación muy difícil así que nos vimos obligados a plantear eso en la Convención y fueron expulsados.
Hablaste de que hicieron dinero con las últimas elecciones, ¿qué fue lo que paso?
Hicieron dinero con las elecciones pasadas. No puedo hablar de montos pero es un hecho que Silva a través de su hija y amigos trasladó dinero que convirtió en bienes personales. Esos bienes no aparecen de casualidad, el no vive de nada, no se dedica a nada. Entra y sale escondido de la casa, no se lo ve en ningún lugar público de Adrogué. Esto significa mucho. Si yo en mi propio pueblo no puedo salir a la calle o no me saludara nadie estaría preocupado.

¿Cómo es la situación de Sobisch dentro del partido?
Él en estos momentos está más abocado a las resoluciones que se tomen en el denominado Caso Fuentealba II que de lo político. Nosotros seguimos sosteniéndolo como referente quizá al efecto de poder ser la herramienta para poder entablar una relación con otras fuerzas políticas. Él fue un gobernador exitoso y tiene más posibilidades de generar acuerdos que cualquiera de nosotros. Estamos esperándolo. Es una decisión de él continuar a nuestro lado o abandonar la política.

 
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