Nación

¿Hacia dónde van las cooperativas?

17 de agosto - El Nuevo Pueblo entrevisto a dos de los directores de Fomento y Proyectos del Ministerio de Desarrollo de la Nación, Fernando Conti y Jorge Herrera, con los que se interiorizó del nuevo rumbo tomado por los planes de reinserción laboral denominados Plan Argentina Trabaja.


Fernando Conti: Esta nueva etapa consiste en implementar polos productivos, por ejemplo la creación de talleres de carpintería o herrería para ser complementarios en futuros proyecto de mejoramiento de viviendas.

La primera etapa del Plan ya se finalizó, y en esta se hizo énfasis en organizar en forma de cooperativas y darle una capacitación para el trabajo. En esta segunda etapa que se está iniciando se va a reforzar lo hecho pero con la mira en la producción.

Se ha logrado recuperar el hábito del trabajo y la organización en sectores donde se había perdido, en los sectores más desplazados. Hoy se busca convertir a esas cooperativas ya organizadas, que hasta ahora solo prestaban servicios, al ámbito del trabajo y de la producción. Que la persona o el compañero que este en la cooperativa pueda formar un proyecto para transformar a esa cooperativa en un núcleo autónomo, que era el fin del Plan desde sus comienzos, que cada cooperativa finalmente produzca y venda para su autoabastecimiento económico.

Jorge Herrera: Hoy cada cooperativa empieza esta nueva etapa en la definición de un proyecto económico a futuro, una vez decidido el rumbo se las va a capacitar en ese sentido, para que los compañeros vuelvan a tener una profesión formal.

El fin último es la autonomía de la cooperativa, pero va a estar muy signada por las características que le den y la de los compañeros que la forman y por el entorno donde este enclavada cada cooperativa. Por ejemplo, es deseable instalar un obrador y una bloquera en el medio de un asentamiento, porque justamente los propios vecinos cooperativistas van a trabajar y van a producir los bloques que después van a poner en sus casas y en las de sus vecinos. En estos casos hay mucho por hacer, muchas viviendas a mejorar, pero también hay mucha obra de servicios de la línea municipal para afuera en la que también vamos a intervenir, como veredas, alumbrado. Si nosotros a ese obrador o pañol le insertamos un productivo, garantiza en un lapso de tiempo una productividad que le de autonomía económica, y que de alguna manera la cooperativa además de trabajar para el programa y para los vecinos, pueda seguir trabajando como una empresa social. Insertando su producción en el mercado formal.

F. C.: Nosotros cuando hablamos de un núcleo productivo apuntamos a abastecerlo con toda la gama de máquinas y herramientas necesarias para la producción, por ejemplo para instalar una fábrica de muebles; de bloques de cemento; de aberturas de aluminio, similar a cualquier otra fábrica del mismo rubro. Esto junto con la capacitación para esta nueva etapa y una partida presupuestaria que permita reestructurar o armar un espacio físico real para el desempeño.

J. H.: Una vez que está instalada y funcionando, el fin es que la cooperativa se convierta en una empresa social autónoma y que los bienes y los insumos que le brindó el estado, sean capitalizados por esta cooperativa. Inicialmente se arranca con un comodato, hasta establecer las modalidades de trabajo y la productividad, pero a mediano plazo la idea es que tengamos empresas sociales de los cooperativistas con la posibilidad de tener trabajo hacia el interior del barrio pero produciendo un producto para colocar en el mercado.

 
© Diseño producciones BM