Nación
Reportaje: Elías Neuman
“La mano dura es como cortar el dolor de cabeza con la decapitación”
(25/11) El más importante criminalista del país se refirió ala mano dura y a la inseguridad en un reportaje concedido al noticieron de la Televisión Pública que transcribimos parcialmente.
“Cuando hablamos de inseguridad estamos hablando de la inseguridad de la clase media, pero hay una inseguridad cuasi delictiva que aqueja a las clases bajas. Es el hambre, el estado de subnutrición que causa el hambre, la muerte que causa todo eso, la falta de educación, la falta de instrucción, en general aquí hay algo de lo que se debe hablar y se habla solo políticamente, el pleno empleo.
“Tenemos hace mucho tiempo mano dura, y no pena de muerte judicial, pero si extrajudicial, a través del gatillo fácil. Sin embargo esto no ha logrado intimidar, al contrario, el delincuente se arma y lamentablemente por eso también mueren policías.
La mano dura en realidad es algo así como cortar el dolor de cabeza con la decapitación. En verdad lo que se debe hacer es aplicar políticas criminológicas que abarquen desde la infancia desvaída, de chicos de la calle, agresores. ¿Qué es lo que se hace con ellos? Y también la policía.
Es necesario un cambio estructural, ideológico, si queremos una policía para la democracia.”
“La policía fue tomada por la institucionalización del país en 1983 sin beneficio de inventario, así como venía, y así hasta la fecha. Solo por poner un ejemplo en España se procedió muy distinto, se construyó una policía para la democracia, una justicia para la democracia, incluso un periodismo para la democracia.”
“Concretamente, entre otras cosas debe entrar en la policía el sentido de los derechos humanos, el sentido de una lucha que debe hacerse desde adentro.
La policía no puede comportarse como una corporación. Pues no me cabe ninguna duda que cualquier policía sabe donde se tortura, cuando, quien y como lo hace, sin embargo frente a ese delito abrumador, aberrante, no se investiga porque no van a investigar a compañeros y eso se llama encubrimiento en el Código Penal.”
El trabajo como forma de prevención del delito. El trabajo que dignifica al ser humano, es una cosa natural, que viene del trasfondo de la historia. Y como medida urgente para la clase media, me parece que habría que efectuar campañas serias, como he visto en Francia, en Bélgica, campañas con respecto a la víctima, o a quienes pueden resultar víctimas.
Las víctimas deben saber absolutamente que deben priorizar su vida.
A veces uno lee y dice caramba, han baleado, si han baleado casi siempre es por no dar el automovil.
La víctima debe saber que debe entregar el automovil, que incluso a lo mejor hasta lo tiene asegurado y preservar su vida. Podríamos hablar de inconducta de la víctima”
“Respecto del tema de la droga debemos estudiar si se delinque con la droga o por la droga. Porque llegamos a cierto tipo de estereotipos en que aparece la droga sinonimisada con el delito, y la droga en realidad tiene mucho que ver con la personalidad de cada cual. No a todos le causa los mismos síntomas, por llamarlo de alguna manera.
Por supuesto que una de las cosas de la prevención es relacionar mejor a la policía con el pueblo.
Yo creo que la policía se tiene que sindicalizar.
De todas maneras a mi me parece fundamental, claro, los políticos quieren soluciones para ayer, pero... ¿Cómo puede ser que los chicos sigan siendo dispuestos por jueces y vayan a dar a lo que se llamó alguna vez reformatorios, que siempre fueron deformatorios.”
“Es evidente que la gente está urgida de repuesta, y las bases de ese reclamo son en buena parte emocionales. Ahora los políticos tienen que saber que hacer política es tener planes, proyectos.
Desde la época de Arslanian, que tendría su buen o mal proyecto, pero proyecto al fin (pero que es un hombre que sabe) yo no he visto proyectos criminológicos para toda la problemática, que insisto, arranca desde abajo.
Si se lee las historias clínicas, llamadas así, de quienes están presos en las cárceles, que a las cárceles llegan solo los delincuentes fracasados, se va a notar que en un 90 % de estas personas, cuando fueron chicos dormían en hogares eyectores, disociados. Por eso yo digo que si es cierto, hay una inseguridad dramática para la gente de la clase media, pero también la hay para los de abajo y de esa inseguridad nunca se habla.
Parece que tampoco tienen chance en eso”