Nación

"Hay que darles los títulos de propiedad"


La Diputada Nacional por Concertación Forja Silvia Vázquez se refirió a la tarea que viene realizando la fuerza sobre el tema de los Pueblos Originarios. Las tierras ancestrales de las comunidades y los cambios que deben operarse en la materia.


¿Cómo ve que se está trabajando el tema de los pueblos originarios?
Yo comencé con la Unión de Pueblos Originarios investigando las actas secretas del Congreso de 1816, donde la cuestión de los pueblos originarios estuvo muy presente porque cuando había que resolver la forma de gobierno San Martín y Belgrano propusieron la monarquía incaica. Esta investigación me llevó hasta Perú donde di con Juan Bautista Tupac Amaru, hermano menor del célebre Tupác Amaru, que murió en Buenos Aires y fue enterrado en la Recoleta. Todo este proceso derivó en que el 16 de diciembre del 2009, en la primera reunión en la Cámara de Diputados, hice un compromiso de mi partido de abrir las puertas y a que una de las columnas importantes de Forja la constituyan los representantes de los pueblos originarios, para que como decían ellos en ese momento, hablen con nosotros y no de nosotros.
Así empezamos y hoy el tema va ganando espacio en los medios de la cultura, de comunicación. Creo que el conflicto con los Qom en Formosa puso el tema muy sobre el tapete.
El año pasado presentamos el proyecto de tierras, porque no se cuantos argentinos saben que no está legislada la tenencia colectiva de tierras, que es el derecho que reclaman los originarios para tener su titulo de propiedad. Los pueblos originarios ocupan alrededor de 10 millones de hectáreas y ninguno tiene título de propiedad sobre su tierra.
Estos son como hitos que van marcando una agenda, ahora la discusión es por la convención 169, para darle rango constitucional, que es un viejo reclamo de los pueblos. Yo firme ese dictamen por primera vez en el 2000, o sea que llevamos once años peleando en la Cámara de Diputados para que esa convención sobre Derechos Humanos, y que nos ayudaría mucho en las causas judiciales donde hay involucrados pueblos originarios.
La cuestión en general está creciendo y se está tomando conciencia pero todavía nos falta mucho camino por recorrer.

Es una caso sin dudas de discriminación que cualquier persona pueda reclamar un terreno justificado en haber hecho algunas mejoras, mientras que los aborígenes, que llevan 2000 años de mejoras, no pueden ser los dueños.
Yo lo plantee en la discusión del proyecto de extranjerización de la tierra, porque se refiere a tierras rurales que son las que ocupan mayoritariamente los indígenas, que necesitamos trabajar en paralelo para darles sus títulos, porque lo que nos puede suceder es que una veintena de extranjeros o sociedades anónimas que detentan no menos de 7 millones de hectáreas, tengan todas el título de propiedad aunque hayan comprado a precio vil y nuestros originarios, con 200 años que han pasado de la constitución del estado, no puedan tenerlos. Basta de palabrerío y vayamos a los hechos. Hay que darles los títulos de propiedad.

Existe una Argentina en Buenos Aires que tiene una postura tomada cuando menos en las palabras y otra Argentina en las provincias donde los aborígenes se los maneja como con capangas, al servicio de los grandes terratenientes, cuando no es el poder político mismo el que ejerce directamente el papel de terratenientes u otorgando tierras alegremente con en los caso del diputado Olmedo o Buryaile.
Por eso es que se necesita de la ratificación del rango constitucional de la convención 169 para que sea letra superior en la legislación y todas las acciones se deban adaptar a ella. Por lo mismo también necesitamos la ley que les reconozca el derecho a la propiedad y que termine con la demarcación territorial que sería como pacificar realmente e impedir que se los siga hostigando, porque lo que está pasando es que los originarios fueron expulsados a las tierras que en principio no les interesaban a nadie, pero en la medida que se va descubriendo que esas tierras pueden servir para soja o que tienen minerales para explotar o algo que interesa al mercado, empieza el proceso de querer echarlos y volcarlos a un lugar más alejado o más estéril todavía. Para que este proceso no siga sucediendo hay que estabilizar y que el estado de derecho sea para ellos también.

¿Qué es de esperar que ocurra con estos temas en los próximos años en la Argentina?
Creo que cuando una habla de la profundización del modelo habla de que un proceso de justicia social en Democracia implica una regulación respecto de la tierra que tiene que atender a estos parámetros.
No solo el problema es lo originarios sino que muchos otros argentinos no tienen garantizado el derecho a un pedacito de tierra, y creo que lo que se puede esperar es que en estos próximos cuatro años, más allá de que las confrontaciones van a seguir, va a haber una fuerte impronta vinculada a los derechos de esos sectores que aún todavía no han conseguido su lugar en la sociedad.

 
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