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Para la Libertad, un Pueblo con Memoria

La Plaza de Mayo fue una vez más el escenario de las mayores concentraciones, con los sectores de izquierda primero y los organismos defensores de derechos humanos después.

La actividades desarrolladas este año con el fin de perpetuar la memoria de los hechos que comenzaron a sufrirse en el país con el comienzo de la dictadura cívico - militar comandada inicialmente por Videla; Massera y Agosti tuvieron epicentro una vez más en la histórica Plaza de Mayo.

La misma donde los Hombres de Mayo reclamaban saber “de que se trata”; la misma donde el Pueblo fue a reclamar a su líder; la misma donde las Madres eligieron marchar reclamando la aparición con vida de sus hijos.

Dos marchas fueron las convocadas este año en la plaza; la primera por los sectores de izquierda, con un importante caudal de asistentes y la segunda, verdaderamente multitudinaria por los organismos de Derechos Humanos, entre ellos Abuelas de Plaza de Mayo y Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.

Este fue el primer año en que Madres de Plaza de Mayo decidió salir de su lugar habitual y la organización liderada por Hebe de Bonafini realizó su actividad en el Mercado Central, también con gran concurrencia.

Mucha familia, mucha juventud y mucha militancia se mezclaron en la plaza de los argentinos.
Mucho piberío de la mano de sus padres podía verse correteando las históricas baldozas.
“Esto te llena de fuerza. Es la fuerza que tenían nuestros hijos. Yo estoy acá en nombre de Laura” dijo Estela de Carlotto.

“Pedimos a la justicia celeridad en los juicios. Hoy hay más conciencia política, más participación de los jóvenes, lo que hace que el camino emprendido sea irreversible gracias a Néstor” dijo Juan Cabandié .

El nieto recuperado Horacio Pietragalla dijo mientras tanto que “Lo diferente de este 24 de marzo es que hay más gente que nunca, y eso tiene que ver con que Néstor ha puesto a los Derechos Humanos en la agenda política, y ahora él no está.”

Después llegarían los discursos de Madres y Abuelas; los números musicales; y los múltiples cantos de la ceremonia colectiva que conformaron los asistentes a una plaza colmada de sensaciones, de sentimientos encontrados y de alegría.

Una alegría que hasta no hace mucho tiempo resultaba extraña y que hoy es habitual en las movilizaciones populares.