Reportaje:
Jorge Rachid


"Aquello que no pueden controlar lo compran o lo destruyen..."

El Pueblo Nuevo entrevisto al Doctor (especializado en cirugía) Jorge Rachid, quien fuera Secretario de Medios en un tramo del gobierno de Carlos Menem. La ley de medios audovisuales del gobierno, aquella gestión y la libertad de expresión son algunos de los tópicos tocados en esta jugosa entrevista.


Se está dando un tema de debate que ha polarizado a la sociedad, casi o aún más que el tema de las retenciones, que es el Proyecto de Ley de Medios Audiovisuales. ¿Cuál es su visión sobre este tema que tocó cuando estuvo en el gobierno?
Cómo lo veo hoy y como lo veía en aquella época tiene la diferencia de 20 años. Cuando yo lo llevé adelante desde el gobierno fracasé en hacer Radio y Televisión Argentina (RTA), mejor dicho, la hicimos y después la desactivaron. Era Canal 7; Radio Nacional; Productora Nacional de Programas; Productora Nacional de Discos, con el objetivo de regionalizar la comunicación.
Lo que si hice fue la privatización de los medios en una época en que se había pactado eso en la campaña. Los tres candidatos a presidente habían pactado lo mismo, la derogación del art. 45 de la Ley de Radiodifusión, que permitió el acceso de los medios gráficos a los medios audiovisuales.
Ya en aquella época se veía una vocación muy fuerte de parte de los medios de pasar a ser multimedios. Con la CEMCI (Comisión Empresaria de Medios de Comunicación Independientes) y con la CoSiMeCo (Confederación de Sindicatos de los Medios de Comunicación), trabajamos e hicimos el proceso de traspaso de los canales en un momento de crisis muy profunda, hiperinflacionario, y todavía sin saber lo que se venía.
Pero ya en mis conversaciones con Magnetto (CEO del Grupo Clarín) se veía una gran vocación de poder. Ya estaban pensando como acrecentar su poder político e incluso intentar poner un presidente. Eso siempre lo expresaron de esa manera. Creo que desde la época de Noble lo vienen expresando. De hecho la Nación lo hizo, lo puso a Mitre.
Siempre jugaron su partida muy claramente en determinados objetivos políticos, en Clarín podía aparecer mucho más difuso pero su vocación de poder era muy evidente.
Hoy son la mejor expresión de la defensa de los intereses del capital concentrado. Son el ariete; el arma y el contenido ideológico político de aquellos que vienen a buscar el poder.
Igual estamos comparando dos épocas muy distintas, en aquella no había televisión por cable por ejemplo. No había Internet; no había celulares. La foto de aquella época no daba la cara de un monstruo que hoy dan. Hoy por donde tocás aparecen estos intereses concentrados, los de la cultura dominante, los que en los últimos treinta y tres años de la Argentina, a través de dos genocidios, instalaron el eje financiero por sobre el eje productivo. Destruyeron la cultura del trabajo, y pese a la derrota política del 2001, estos sectores mantienen hoy la cultura dominante.
Han perdido algunos resortes de poder y hoy tratan de recuperar lo que en el 2001 los hizo retroceder.

Analizando hoy con el diario del lunes el resultado de la privatización de los medio, ¿fue positivo o negativo?
Si uno hubiese podido imaginar esto seguramente la respuesta sería negativa.
La cantidad de herramientas tecnológicas que concentran hoy, nos hace alegrar y militar en la propuesta del Compañero Mariotto y del Gobierno Nacional de la Ley de Medios Audiovisuales. Que se pueda concretar esta democratización del espacio comunicacional, con la partición del 33% que plantea el proyecto con las entidades sin fines de lucro; las entidades científicas; institucionales; gubernamentales y las ONG o las organizaciones libres del pueblo. Me parece que ese es el espacio que hay que ocupar frente a lo que viene que es la digitalización.
En aquella época no había dinero para llevar adelante esa propuesta, pero tampoco sabíamos que se inscribía en un marco superior que fue después la teoría del remate del Estado. Aquello que permitió la descapitalización de la acumulación de generaciones de argentinos. La destrucción de las empresas monopólicas del Estado. Eso fue gravísimo y llevó a que ese gobierno, desgraciadamente en nombre del peronismo, realizara la peor situación de entrega de soberanía.

En aquél momento usted impulsaba un agregado en la modificación del art. 45 de la Ley de radiodifusión, donde se proponía que parte del paquete accionario, no de dividendos pero si de decisión, de los medios privatizados fuera ocupado por organizaciones sociales.
Así es. Tanto así que la propuesta para Canal 11 (hoy TeLeFe) era una propuesta donde conjugaba la capitalización de propiedad participada de los trabajadores con organizaciones mutuales y sindicales.
En realidad la pugna, que se desconoce, es que en aquella época teníamos gravísimas presiones, incluso propuestas corruptas como la de Manzano, hechas personalmente, de darnos un “pedazo”, como él decía, de Canal 11 si se lo dábamos a Macri, cosa que nunca pude comprobar si era así, pero detrás de Macri estaba Berlusconi. Teníamos presiones de Turner; Murdoch; Maxell; de Televisa. El sistema de presiones era realmente importante. Para colmo el Mundial del ´90 se iba a transmitir en portugués por TV O Globo porque el gobierno alfonsinista había dejado de pagar las cuotas que le permitían a la Argentina pasar el mundial.
Tuvimos que reparar una situación que era gravísima y Terminal de los canales.
Pero hubo una maniobra muy perversa del ministro Dromi que cerró los canales para venderlos a precio vil.

Más o menos el mismo esquema que se utilizó posteriormente con el resto de las empresas del Estado...
Si, mas o menos.
Pero tuvimos una rápida reacción por el cierre. El lunes siguiente nos reunimos con Menem con los sindicatos de los medios, que de ahí sale la CoSiMeCo, y yo le entrego a los sindicatos la administración de los canales.

Analizando el actual proyecto de Ley de Medios, ¿cuáles serían según su óptica los puntos débiles que puede tener?
Para mi hay una debilidad que está marcada por la falta de precisión. En primer lugar no cambiar de monopolio. Si cambiamos el monopolio de Clarín, por ponerle un título, por el monopolio de Movistar, me parece un error estratégico. Incluso una banda del 33% para las empresas con fines de lucro, hay que democratizarla. No se puede monopolizar ni siquiera esa parte. Ahí hay que hacer una precisión.
Otro punto es ampliar la capacidad de los canales de aire del interior y estudiar muy bien el tema de la regionalización y la provincialización de la radio frecuencia. Para que realmente expresen su cotidianeidad. El otro día estaba en Purmamarca y entre en un negocio para comprar “un chicle para la altura” (risas), en realidad entre a comprar coca para mascar, y en el kiosco estaban viendo un choque en la Avenida Juan B. Justo. Es patético.
Por otro lado cuando yo era Secretario de Medios, un día llego a Andacollo, en mis pagos en Neuquén, y me invitan a ir a una radio, y fue una impresión muy linda porque en ese momento estaban diciendo: “Doña María, la que vive al lado de la alameda, su nena está en la escuela esperando que la vaya a buscar”, y eso es la comunicación que se hace en las radios de baja potencia del interior. Y en esa época en Comodoro Rivadavia en el 95% de los comercios se escuchaban FM locales.

Algo que también se dio mucho en el Conurbano. Con muchas radios que eran después de la privatización de los medios, la única respuesta o resistencia a lo que fue el remate del Estado del menemismo.
Así es. Mariotto siempre dice “yo puse la radio “trucha” porque Rachid me estimuló”. Yo le decía a todo el mundo que pongan radios, lo que me traía unos conflictos bárbaros con el ComFeR. Después con los amparos fuimos resolviendo el tema frente al ComFeR.
Yo les daba letra y del ComFeR me puteaban mal, pero yo veía que la cosa era privatizar los canales pero la otra también taparle la boca a la gente. La expresión del pueblo tiene que surgir de todas las voces posibles.

¿Hay libertad de expresión hoy en la Argentina?
Lo que hay es libertad de empresa. Vos podés hacer un periódico y nadie te va a decir que no lo hagas, pero no vas a tener auspiciantes, ni posibilidad de distribución. Está todo captado, porque indudablemente aquello que no pueden controlar lo compran o lo destruyen. Fijate la cantidad de empresas de televisión por cable que había y las que hay. Las compraron y a quien no les vendió lo destruyeron.
Este es un error que planteo, no entiendo porque los cables tienen que estar regulados por el ComFeR. Creo que se tendrían que controlar localmente. Si los contenidos se bajan del satélite.

En todo caso deberían regular los canales de producción propia solamente...
¿Y si no produce cuál es el tema?. En realidad los tendría que controlar el municipio. Si paga los impuestos, si está en blanco, si posee los permisos para usar los postes, pero si hoy viene una pantalla de Direct TV y te baja lo que se le canta, ¿eso quién lo controla?.
Si no tienen capacidad de interferencia no tiene sentido que estén regulados en esa órbita.
Está es una de las grandes preguntas que se vienen con el tema de los medios audiovisuales.

Si nos planteamos una Argentina a futuro sin una nueva Ley de Medios, ¿hacía dónde vamos?. Tomando en cuenta Honduras; Venezuela; Ecuador, donde se baja un mensaje casi unívoco desde las empresas de medios.
Si no sale la Ley de Medios Audiovisuales, normalicemos el ComFeR y pongamos un General, un Brigadier y un Almirante. Sería una imagen maravillosa para un país democrático.

A través de los años, América Latina se caracterizó por tener una especie de moda en los tipos de gobierno. Moda de los gobiernos dictatoriales; de los gobiernos democráticos; de los gobiernos neoliberales de los ´90. Hoy esa moda pasa por las empresas de comunicación con un mensaje unívoco que atacan como populista a cualquier gobierno medianamente o con intenciones, de soberano.
En ese análisis pasás de la Escuela de Las Américas, donde se formaban los generales, al Consenso de Washington, donde se formaban las democracias limitadas.

Y ahora es el turno de los medios...
Los medios empezaron a tener protagonismo a partir de que el mercado se transformó en ordenador social. Para ellos, para el poder, no hay democracia sin mercado. Si vos no respetás el mercado para ellos no sos democrático, por eso Chávez, que ganó dos elecciones, no es democrático, y el Rey de Kuwait, que respeta el mercado, es democrático. Pueden acusar a Correa que ganó la elección como no democrático y apuntalar a Micheletti porque cumple con la definición que ellos tienen.

¿El capitalismo está reformulando el concepto de democracia?
El capitalismo está cambiando la piel. Esto lo viene intentando hace rato con sus herramientas. El Banco Mundial; el FMI e incluso el BID, manejado por supuestos progresistas, ex-marxistas reconvenidos en trazadores de gabinetes de planes sociales, impusieron la teoría de que fuera del capitalismo no hay opción; implantaron la teoría del derrame y en tercer lugar reinstalaron la beneficencia como forma de coaptación política, a través del prebendarismo, entonces los planes no tienen que ver con recuperar la dignidad ni la reincisión social de los pueblos, sino que tienen que ver con que tengan comida, porque los negros no se pueden cagar de hambre, porque si se cagan de hambre nos matan o nos joden.
Es una concepción que fue derrotada en la Argentina hace muchos años por Evita, la concepción de la beneficencia.
Yo no lucho por el subsidio alimentario a la población, aunque hay que darlo, yo lucho para la reincisión social y por la dignidad del trabajo, que es la cultura que reemplaza a la cultura dominante neoliberal.
Esas herramientas del capitalismo, el Banco Mundial; el FMI; el BID; la Organización Mundial de la Salud, que deja huérfanas a las enfermedades que no producen compra de medicamentos, son todas cómplices de un esquema de manejo del poder que está a la vista y que se ha caído el año pasado con la crisis del capitalismo.
El capitalismo va a tratar de recomponerse. Ahora, hay que tener mucha capacidad de decisión soberana para que la identidad nacional vuelva a tener fuerza. Y América Latina esta marcando un desafío en ese sentido.
Nosotros hemos pasado crisis de la mejor manera posible y sin embargo estamos siendo fuertemente atacados como Nación y como Estado. Y esto lo digo más allá o más acá de Kirchner. La confrontación de poder, que es de intereses, está más allá de la política. Es superior a la política. Y esta confrontación tiene un modelo de desplazamiento del poder político que es profundamente llamativo y hace pensar que se emparenta con lo de Honduras; con la denuncia contra Correa con el tema de las FARC; se emparenta con Venezuela con el tema de las armas suecas y se emparenta con Bolivia y la secesión.
Yo en conspiraciones no creo, pero si me visto de otra manera y soy un poco más Lula y un poco más Bachelet, voy a ser un poco más respetado, supuestamente, por los organismos internacionales.

¿El capitalismo hoy está demostrando que la democracia es solo una herramienta mientras les sirve?
Creo que les ha golpeado fuerte la democracia. Por la incapacidad de Bush, que durante ocho años abandonó el patio trasero, o sea nosotros, América Latina. Así se pudo consolidar un proceso democrático que ha creado dos herramientas centrales que son el Pacto de Defensa del UNASUR y el Banco del Sur. Esto me parece que ha golpeado muy fuerte en el centro del poder imperial. Es un hecho inédito que hay que fortalecerlo.
También me parece que aquellos que plantean reeditar la guerra fría, con estados “buenos” y estados “malos”, se equivocan porque hoy viene una nueva etapa de confrontación, que no pasa por el capitalismo de estado y el capitalismo salvaje, la nueva etapa de la confrontación pasa por aquel eje, que no era equidistante de los dos capitalismos sino una propuesta superadora, que es la tercera posición. La comunidad organizada, aquello que tiene que ver con el rol del Estado, e imaginar, en los tiempos modernos, cuál sería el Estado de Bienestar. Modelo social solidario, cómo recomponer un modelo social solidario, con un conjunto de intereses que puedan establecerse en la comunidad organizada y donde la identificación del enemigo lo aísle absolutamente.

Lo que hace poco Osvaldo Bayer definió en una entrevista con nosotros como el solidarismo.
No me gusta mucho esa palabra. Me gusta más solidaridad. En la seguridad social la solidaridad tiene elementos muy claros y muy sencillos. El que más tiene aporta por el que menos tiene; el más joven aporta por el más viejo y el más sano por el más enfermo. Visto así, que sencillo que es el marco solidario. El marco jubilatorio es un marco intergeneracional. Uno no aporta para uno, uno aporta hoy para sus mayores, entonces estás dentro de un pacto intergeneracional con una cultura del trabajo que afianza una idea trascendente, que es la solidaridad.
Por eso no lo llamo solidarismo, porque parece que fuera un partidismo y en realidad es un concepto cultural que tiene que ejercerse desde el Estado pero con participación de la sociedad.
Argentina es el único país del mundo donde sus trabajadores financian la salud, a través de las Obras Sociales que hoy están dando prestaciones de altísima calidad al 45% de la población. No existe otro país en el mundo donde el salario diferido tenga como objetivo la salud.
Generalmente se hace por mecanismos tributarios, por ejemplo Inglaterra no tiene medicina privada; Canadá no tiene medicina privada. Pero hay una serie de falacias a través de los medios de comunicación, a través de los que ponen el dinero, que apuestan a que el sector financiero sea el que siga marcando la agenda. Las prepagas; la educación privada; y todo aquello que vino a quebrar al estado social solidario.

 
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