Nación

“Argentina es un país que está absolutamente preservado”

10 de agosto - El director de la FIDE, Lic. Héctor Valle, analiza en este reportaje para El Nuevo Pueblo, la situación económica en la Unión Europea; la influencia que tendrá sobre las economías latinoamericanas y las últimas medidas tomadas por el gobierno ante este panorama.

¿Cómo analiza la situación actual en Europa y el futuro de esa unidad monetaria del Euro?
La situación no ha dejado de empeorar desde el 2009 en adelante, y el motivo de esto creo que es su insistencia en el ajuste, básicamente implementado por la Unión Europea; el FMI y Alemania en particular, que es el gran acreedor y el único país competitivo dentro del marco del Euro. El problema básico está en que todas las economías se alinean en torno al Euro como moneda única pero no todas tienen la misma productividad o la misma eficacia productiva, en consecuencia una Alemania competitiva se ha convertido en la gran acreedora de las demás.
Economías por ejemplo como la española, no tenía una situación fiscal demasiado grave ahora si la tiene y un elevado nivel de desempleo. Junto con Italia y con lo que ya ocurrió en Grecia, son las situaciones más críticas, porque les imponen ajustes que son incumplibles.
La hipótesis para España por ejemplo es que recién en el 2017 podría tener una recuperación firme de la actividad económica, y eso en el mejor de los casos.
Poco a poco la situación se va convirtiendo en un esquema de contagio, con lo cual en última instancia la propia economía alemana se va a ver afectada.
Creo que se ha partido de un diagnostico equivocado al pensar que los griegos o los españoles solamente eran holgazanes y que no querían trabajar como trabajan los alemanes o que no querían resignar privilegios sociales que habían adquirido hace mucho tiempo. Lo que se está haciendo es pulverizar a esos mercados y al caer esas economías internas, la economía global crece notablemente menos, y esas mismas economías cada vez están en peores condiciones de afrontar sus deudas.
Salió en estos días un artículo de Paul Krugman que muestra claramente que este sistema se va a pique. No tiene salida económica.
A medida que avance esta situación se va a reflejar en los distintos países del mundo, porque las respuestas van a ser respuestas a la argentina, o sea cerrarse y proteger el mercado interno comprando menos en el exterior, lo que lleva a que haya menos demanda, debido a la caída de la capacidad de compra europea, y la crisis se profundiza.
Ya es hora de que revisen íntegramente estas pautas de comportamiento pero no parece que haya tendencia a hacerlo.
En los últimos tiempos se ha desatado una especie de competencia entre el FMI y la Banca Central Europea, porque ambos pelean por ser los prestamistas de última instancia, lo que le agrega conflictividad al panorama.

¿No se puede llegar a pensar que esta sea una crisis generada adrede para generar la brutal transferencia que se ha generado por ejemplo con todas las compañías públicas griegas al ámbito privado?
Si es adrede puede ser. Siempre hay un nicho de negocios en las crisis, que los hacen los que cuentan con liquidez para comprar a precio vil.
El caso de las privatizaciones griegas es paradigmático y en última instancia están replicando lo que paso en Argentina, que fue llevada a una situación de sequía de recursos y desfinancimiento de su desequilibrio por falta de financiamiento externo que terminó en la convalidación del ajuste; en pérdida de la soberanía monetaria y con la decisión de privatizar para cerrar la brecha fiscal. Ese es el ejemplo que tendrían que mirar esos países, porque se dice que ellos están como nosotros en el 2001, y en realidad ellos van a estar como nosotros en el 2001. Ellos hoy están como nosotros en el ´99, cuando cayó el esquema de la convertibilidad y sin embargo el gobierno de De La Rúa insistió junto con la mayoría de los economistas del establishment en que no se podía salir de la convertibilidad. Hoy en Europa estos países insisten en que no se pueden salir del Euro porque todo se descalabra, y lo cierto es que yo creo que a Grecia le queda poco en el Euro y tarde o temprano este sistema va a tener que ser revisado o va a estallar.
Hablamos mucho de Grecia y de España, pero nadie se fija en la situación de Gran Bretaña que tiene un elevado endeudamiento también, así como nadie se fija en la situación de varios estados dentro de los Estados Unidos como Florida o California, que tienen una relación deuda – producto similar a la de los países más endeudados de Europa. Lo que pasa en estos casos es que por un lado EE. UU. es quien emite los Dólares, por lo que puede cubrir los problemas de sus estados federales mediante transferencias, mientras que por otro lado en el caso de Gran Bretaña, como la Libra no está en el sistema del Euro, pueden apreciarla o depreciarla según le convenga al gobierno, cosa que no pueden hacer los países que están dentro del Euro.
La única diferencia es que los países que están dentro del Euro no pueden emitir para financiarse, mientras que Inglaterra y los EE. UU. si pueden hacerlo. Cómo los estados dentro del Euro no pueden emitir tiene que salir a buscar los Euros, que los tiene los alemanes; los holandeses; los belgas; los austriacos, y no muchos más. Eso coloca a los países en una situación de absoluta vulnerabilidad externa.
Krugman plantea que un poco de inflación vería mejorada la capacidad de pago de los países al reactivarse el salario y las compras internas, pero eso no esta permitido en el esquema del tipo de cambio idéntico al de la convertibilidad que teníamos en Argentina.
La utilización de una moneda única como el Euro solo permite que sean competitivos algunos países como en es en este caso Alemania.

¿Cómo va a repercutir el avance de esta crisis en Argentina en particular?
En una primera etapa estamos bastante preservados de esta situación, pero en las crisis siempre hay momentos de pánico inicial, cuando estalla la crisis, y después hay un momento de contagio, por lo que tarde o temprano estos efectos se van derivando. Por ejemplo India está sufriendo un severo problema de caída de la actividad; China tiene una fuerte caída en la demanda de sus productos de Europa. Lo mismo ocurre en Japón, por lo que si el fenómeno no es atendido a tiempo se puede convertir en una pandemia generalizada y hay un serio riesgo de que eso ocurra.
Entre Brasil; la Unión Europea y Medio oriente, son el 60% del destino de las exportaciones argentinas. Si se cae la demanda de Europa más la caída que ya se está viendo de la demanda de Brasil, Argentina tiene que inevitablemente sufrir el impacto.
La estrategia que se ha elegido, que me parece la más inteligente, es fortalecer su mercado interno, y casi todos los países van a terminar volcándose a esto, por lo que el comercio internacional tendrá un fuerte retroceso.
Si esto se mantiene se va a expandir con mayor o menor intensidad a las economías en desarrollo. Nosotros en este panorama tenemos la ventaja de que nuestros bienes de exportación de origen agropecuario, están dentro de los que no han caído en precio, pero por ejemplo los metales han tenido caídas muy significativas, como en el caso del cobre, por lo que países como Chile van a sufrir significativamente este efecto.
Todos los países que han apelado a la exportación como palanca principal de crecimiento, van a sufrir más que los países que como la Argentina apelan centralmente a la dinámica de su mercado interno.
En el caso de productos manufacturados, nuestro principal demandante es Brasil, y si como algunas señales que está emitiendo su presidenta Dilma Rousseff, van a modificar su política económica en el sentido de darle más empuje a su mercado interno, Argentina se va a ver beneficiada.
El problema que tenemos con Brasil es que en los últimos años desenvolvió una política de elevada ortodoxia que supone metas de inflación y altas tasas de interés para atraer inversiones especulativas. La consecuencia es que ha caído la actividad económica en el Brasil, especialmente en lo industrial, y eso rebotó muy negativamente sobre la Argentina.
Si en lo que resta del año se recupera un poco la demanda proveniente de Brasil, con más gasto interno originado por los ajustes salariales y las compras del sector público, y con señales más alentadoras para el próximo año, vamos a tener un crecimiento positivo en este 2012 y para el 2013 tenemos también a favor una menor carga de los pagos de deuda externa. En consecuencia nos las vamos arreglándolas para sobrevivir en estas condiciones, pero si empeora mucho más el panorama internacional, obviamente los efectos se van a hacer sentir.

¿El plan de créditos para viviendas que lanzó el gobierno influye significativamente para atemperar esta crisis?
Tanto el Plan Procrear como la decisión de que los bancos presten el 5% de sus depósitos para inversiones a pymes, como los planes para ampliar la producción petrolera, tienen efectos que se van a ver a fines de este año y más probablemente el año que viene. Son cosas que requieren un cierto período de maduración.
Es por todo esto que creo que el año que viene el país puede volver a crecer a una tasa razonable, superior sin duda a la de este año, pero todavía lejos de las que tuvo en la década anterior.
Las condiciones de la década anterior donde crecíamos al 7,7% anual, difícilmente se repitan. Yo estaría muy contento si la Argentina el año que viene vuelve a crecer en torno al 4 o 5%.

¿En qué afecta la cancelación de los Boden 2012 a la situación argentina?
Este hecho de que con absoluta normalidad Argentina atienda los compromisos de la deuda sin tomar más para pagarlos, que es una de las cosas que le critican a este gobierno, que no tome más deuda para pagar y es de una enorme sabiduría eso, permite alejar absolutamente el riesgo de una Argentina en default.
Si las calificadoras de riegos todavía le ponen una nota alta al país, es un problema de las calificadoras de riesgo, porque la Argentina es un país que está absolutamente preservado, cosa que en la situación internacional actual es un dato no menor.
Si el año que viene se puede avanzar en algún grado la negociación con el Club de París, deberían mejorar las correcciones haciéndonos atractivos a inversiones. La gran pregunta es qué va a pagar con esos dos mil millones que pagó Argentina a los inversores externos. El gran esfuerzo tiene que ser que queden fronteras adentro y que de ser posible se pesifiquen y queden para reactivar la economía nacional.

¿Cómo ve la situación del Dólar en el mercado interno y los intentos de pesificar la economía?
Hacia eso vamos. A pesificar las transacciones como ocurre en la mayoría de los países del mundo. Es evidente que el tamaño del mercado negro no es el que tenía en los años ´80 o en la época de De La Rúa, donde se aplicaban aproximadamente la mitad de las transacciones y en este momento no llega ni al 5%.
Es probable que en los próximos meses el BCRA acelere la política devaluatoria pero más eficaz tendría que ser la devolución de impuestos o los reintegros a los exportadores para que su tipo de cambio efectivo sea superior.
La Argentina tiene que acostumbrarse a trabajar en Pesos porque no hay una cuestión objetiva que justifique otra cosa y además en este momento convalidar el tipo de cambio paralelo significaría transferir una enorme masa de ingresos de los sectores asalariados hacia los sectores de exportación, que no se justifica dado la forma en que han subido los precios internacionales de las materias primas agropecuarias.
¿Porqué a un productor de soja que cuando planificó su cosecha lo hizo con un precio de u$s 450.- por tonelada con un tipo de cambio de $4.- aproximadamente, y hoy se encuentra con un precio por tonelada de más de u$s 600.- y un tipo de cambio de $ 4,50, hay que darle un tipo de cambio de $6.-? . Es una exageración y de algún lado tiene que salir la plata que saldría de los bolsillos de los asalariados.
Es una situación que no puede convalidarse de ninguna manera, lo que ocurre es que hay ciertas transacciones como las inmobiliarias que se intentan mantener en dólares, lo que genera una demanda por fuera del mercado superior a la oferta. En consecuencia aparecen este tipo de fenómenos.
En síntesis, hay que mejorar el tipo de cambio efectivo al exportador, para lo que el único instrumento no es devaluar, porque hay otros mecanismos que se pueden utilizar para adecuar el tipo de cambio un poco más a la evolución de los precios internos. La solución es cortar el proceso inflacionario, que es muy superior a lo deseado.
No es previsible que el gobierno ceda en esta materia en los próximos meses, porque pesificar la economía se ha convertido casi en una cuestión de Estado.

¿Se puede legislar en la materia?
No es necesario. Hay que usar las normas del BCRA en cumplimiento de las obligaciones impositivas. En este momento hay más de trescientas resoluciones estableciendo excepciones para el tipo de cambio, tal como las referidas al turismo; a remesas familiares al exterior; de becas y demás. Todas las necesidades normales de un país para utilizar divisas están contempladas por el BCRA, lo que no está contemplado es que operaciones, como son las inmobiliarias, que tiene su evolución en Pesos hasta el momento que se vende la propiedad. El tema es que hace esta persona que vende una propiedad con esos pesos, la idea que yo tengo es generar fideicomisos por ejemplo, para que el que vende una propiedad pueda invertir esos pesos en instrumentos que sean mucho más tractivos que guardar dólares en una caja de seguridad, y eso es lo que está faltando en este momento. Si generamos instrumentos yuxtapuestos con inversiones concretas como puede ser un plan de viviendas populares o la ampliación de la capacidad generadora de electricidad o cualquier otra inversión grande que el país necesita, financiado con ahorro del público y que permita un rendimiento superior al que percibiría con los dólares en una caja de seguridad.

 
© Diseño producciones BM