Nación - Primarias 2011

De La Sota no pudo pasar la general


Si bien el histórico dirigente justicialista cordobés José Manuel De La Sota obtuvo un resonante triunfo días atrás declarándose prescindente del Gobierno Nacional y alzándose con la elección para gobernador no le fue nada bien en las elecciones del último domingo.

Las relaciones del justicialismo de la provincia mediterránea nunca fueron muy buenas con el Gobierno Nacional, ni siquiera durante el mandato de Néstor Kirchner.

Siempre hubo en la provincia una suerte de histeriqueo en el que hicieron valer la territorialidad por encima del gobierno central.

Esta relación por demás tensa se terminó de poner blanco sobre negro, o negro sobre blanco, según prefiera el lector en las últimas elecciones. En ellas Cristina Fernández no se sintió representada por el candidato del Partido Justicialista y dijo muy claramente que no apoyaría ningún candidato. Desde el lado del delasotismo hicieron gala de su autonomía manifestaron desdén por la actitud de la Casa Rosada.

La polémica estalló cuando la Presidenta decidió jugar con todo y retirar la cabeza de su propia candidatura de la boleta de legisladores justicialistas.

Así, una sola lista, la del Frente para la Victoria llevó pegada el cuerpo de Fernández – Boudou para Presidenta y Vice en los cuartos oscuros de la docta.

La apuesta de Cristina fue mayor, ya que decidió darle la espalda al ganador de las recientes elecciones provinciales y apoyar candidatos con poca tradición provincial y basados en la gestión al frente de gobiernos municipales, poniendo en juego su propio peso ante el electorado cordobés.
El resultado de las Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias fue contundente.

el Frente para la Victoria se impuso holgadamente obteniendo el 29,59% de los sufragios; en el segundo lugar quedó la Unión Cívica Radical con el 19,35% seguida por el FAP con el 13,51 %; la Alianza Compromiso Federal (Rodríguez Saa) con el 12,40%; el Frente Popular (Duhalde) con el 10,05 y la Alianza Justicialista con el 6,74%.

El triunfo de la Presidenta no fue de los más abultados del país, pero fue una dura bofetada a las ínfulas del flamante gobernador.

 
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