Reportaje

El sistema democrático siempre se mejora con más Democracia


El legislador nacional Ricardo Cuccovillo, quien logró renovar su banca en los últimos comicios, se refirió a las chances de su fuerza y la forma de relacionarse con el gobierno a partir de diciembre.

En el final de la campaña para las elecciones presidenciales se vió un crecimiento del Frente Amplio Progresista (FAP)
La verdad que recorrimos varios distritos del Gran Buenos Aires y notamos la consolidación de este espacio que se formó hace muy poco tiempo, porque tuvo solo cinco semanas previas a las elecciones del 14 de agosto. Creo que lo que nos faltaba era que Binner, su concepción; su filosofía; su gestión y el proyecto en si mismo se hiciera conocer y eso es lo que se está haciendo.
Creemos que esto es lo nuevo que ha surgido en la Argentina pero no de la nada, sino que de realizaciones concretas y eso es lo interesante.

Uno de los motivos que se platean para este crecimiento es que no se presentan como una oposición destructiva, ¿cree que es así?
Es que forma parte de una concepción muy vieja nuestra, desde hace ya varias décadas. Argentina ha vivido un siglo de enfrentamientos e intransigencias que muchas veces llevó a la separación de los sectores populares y al advenimiento de rupturas institucionales que siempre favorecieron a los sectores del privilegio, por lo que desde ese aprendizaje hemos aprendido que la Argentina necesita diálogo; consenso; políticas de estado acordadas por la inmensa mayoría de los argentinos para salir adelante.
El nuestro es un rico país en recursos; turismo; paisajes; calidad humana, sin embargo es como que nunca pudo empezar. Argentina es el país inconcluso que pudo se Canadá y no fuimos; que pudo ser Australia y no fuimos; pudimos ser Nueva Zelanda y no fuimos; pudo ser Europa y no fuimos. Por eso basta con esto, el país necesita otra visión de su realidad y una práctica distinta basada en el diálogo y en conceptos de transparencia y honestidad.

También sin hipocresía, porque ese país se concreta con el apoyo a esos proyectos más allá de quien gobierne. Como por ejemplo la Ley de Tierras que se quiere aprobar hoy en el Congreso y ciertos sectores de la oposición le ponen palos en la rueda.
Hay unos nueve o diez proyectos tratándose, entre ellos el mío. La Presidenta toma el guante en marzo cuando un legislador vinculado a la federación Agraria tira el tema y presenta su proyecto.
Hay acciones que son vitales para el desarrollo del país y ahí tendríamos que tener la cabeza puesta en los intereses del país y no en una coyuntura electoral.

¿Cree que en la última conformación de la Comisiones en el Congreso se cometieron errores y han quedado diputados en puestos que no están a su altura o que utilizan esas comisiones con fines electorales, como es el caso de la Comisión de Libertad de Expresión?
El sistema democrático siempre se mejora con más Democracia. Con más Democracia y con independencia se mejoran cada uno de los poderes.
Lo que falta en la Argentina, y es por eso que creo que el FAP ha despertado interés, es el generar una política distinta que se asiente sobre un progresismo concreto y real, no un progresismo del discurso. Lo que significa que no se pueden aceptar las cuestiones vidriosas o dudosas; no se puede aceptar la corrupción. No se puede aceptar que en muchos años no se aborde la problemática de una reforma impositiva donde el que más tiene más paga. No se pueden seguir aceptando las políticas económicas en función de si hoy hay o no hay recursos venidos de la soja o del campo. Lo que tenemos que generar es un proyecto que implique el país de acá a quince o veinte años.
En la medida que vaya apareciendo esto la Argentina se va a ir consolidando.
Creo que estamos viviendo el cierne de un proceso de transición entre lo nuevo y lo viejo, con lo bueno y malo de lo viejo. El 2001 fue un quiebre y la gente hoy busca algo nuevo con mayores grados de participación y transparencia. Lo que nos estaba faltando era la vertebración de este espacio que lo viene a ocupar el FAP.

¿Por lo que la bancada del FAP apoyará en el nuevo Congreso las leyes apoyadas por la mayoría más allá de sus impulsores?
La bancada del FAP va a apoyar todo lo que considere beneficioso para el país y planteará sus propuestas ante aquellas que entienda que hay que votar en contra, como lo hemos hecho siempre desde el Socialismo y desde los distintos sectores del Frente Amplio. Hemos votado todas las leyes que considerábamos importantes para el país independientemente de que fueran propulsadas desde la oposición o desde el oficialismo, lo que pasa es que la política tradicional de nuestro país es como de blanco o negro y nosotros no lo entendemos así.
Nosotros evaluamos los procesos y los proyectos en función de lo que creemos que sirve o no para el desarrollo del país y ahí va nuestro voto.
La historia dirá si nos equivocamos o no pero con cada uno de nuestros votos va implícita nuestra concepción y pensamiento.

En la búsqueda de una Democracia más participativa, ya hace tiempo que consultamos a distintos actores de la sociedad si no es el momento de analizar la necesidad de las plataformas electorales vinculantes, como un contrato moral entre el elector y el elegido con la posibilidad de la revocatoria de mandatos ante el incumplimiento.
Son todas cuestiones para ser discutidas. Nosotros desde el Socialismo ya teníamos un proyecto allá por la década del ´70 donde planteábamos la necesidad de exista la posibilidad de la revocatoria de mandatos. Todo eso forma parte de una gran discusión que tiene que hacerse el país acerca nuevos métodos que fortalezcan el sistema institucional, que necesariamente trae una mejor calidad del sistema, tanto ejecutivo como legislativo y judicial.
Tenemos que pensar en un país donde el actor político no se inmiscuya en el nombramiento de los jueces y fiscales, como ejemplo el gobernador de Santa Fe se auto excluyó de los nombramientos judiciales. Son todos temas para discutirlos.

 
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