Recuperar el orgullo por nuestra aerolínea

El Diputado Nacional Arierl Basteiro, socialista y de extracción sindical en la empresa dialogó con El Nuevo Pueblo sobre el proceso de expropiación de la aerolínea.


Desde tu origen gremial y como hombre de Aerolíneas debe ser significativo la reestatización de la empresa aérea argentina.
Absolutamente. Es una vieja lucha que lleva 17 años de esfuerzo y de tratar de convencer y de argumentar lo malo que fue para la empresa la privatización. Primero Iberia, posteriormente American Airlines y por último el Grupo Marsans, que determinadamente, siempre ha buscado aprovecharse de Aerolíneas Argentinas a favor del Grupo controlante y no de la empresa controlada.
Esta alternativa que se está abriendo con el proyecto que empezamos a tratar mañana en la Cámara de Diputados, es el camino correcto y un hecho histórico para reivindicar esta lucha.

¿La salida del traspaso al Estado no es la mejor alternativa para la actual y los pasados administradores, ya que no hay duda que a la empresa se la ha vaciado y expoliado, esto no tendría que ir a la justicia para que los responsables paguen por lo actuado?
El problema de iniciar una acción judicial por lo que fuera, política de endeudamiento, de vaciamiento, esta imposibilitado porque Aerolíneas es una empresa que durante el año ´93 ´94 al 2006 era casi absolutamente privada, 99% del paquete pertenecía al grupo español. Con lo cual, sobre lo que abría que avanzar, como lo está haciendo la justicia, es reever lo que fue el proceso de privatización y que la responsabilidad no caiga solo por los extranjeros que vinieron a comprar sino también sobre los cipayos que vendieron. Primero permitieron la privatización, después no efectuando los controles y finalmente entregando la acción de oro. Toda esa desestructuración que tuvo la compañía se dio entre el año ´90 y ´97, durante el período del gobierno de Menen, que creo que es el período donde hay mayor responsabilidad. Después lo otro fue administrar crisis y a partir del año 2006, con la actitud y el acuerdo que asumió Kirchner, se inicia un proceso de renacionalización del paquete accionario de la compañía. Situación que no se pudo terminar de llevar por la vía del acuerdo a partir de la imposibilidad de negociación que dio el grupo Marsans. Por eso esta política de expropiación, que me parece que es una demostración de un acto de soberanía del gobierno y el parlamento argentino, que viendo que no hay posibilidades de recuperar la compañía para que funcione correctamente y que es un servicio público imprescindible, se avance en esta nacionalización o estatización.
La empresa hoy tiene una situación más que complicada. Un déficit de 1000 millones de dólares, solamente 6 aviones propios, sobre una flota de más de 30 que tenía en el ´91, nos da hoy una empresa que no tiene nada que ver con la que todos conocimos, que era una de las mejores empresas en el mundo en el ranking de seguridad, reconocida por su buen servicio, que no era deficitaria y por estos mismos motivos fue la primera empresa en privatizarse.

Entre las cosas que han vaciado no cuentan solamente aviones sino también las oficinas que tenía la empresa en las principales ciudades del mundo.
Si, todos los edificios. Fueron desmantelados todos sus hangares, cuando en ese momento eran los más modernos y equipados de Latinoamérica y hoy no clasifica ni en 3ra categoría.
Todo esto fue parte de las consecuencias que provocó la privatización. Todo esto ocurrió con el vaciamiento de activos en el período que tuvo Iberia, que teóricamente fue subsanado en el 2001 cuando se le entregó la compañía y u$s 750 millones al Grupo Marsans. Después viene el segundo proceso de vaciamiento o de extinción de la compañía, que fue el financiero, que lo lleva adelante Marsans y es el que hoy esta justificando la reestatización.

¿Estatizar para qué. Para tener esta aerolínea o para tener una que vuelva a ser líder en el Mundo?
Obviamente que es para reconvertir a la compañía en una empresa de primer nivel, para lo cual se va a necesitar una fuerte inversión, recuperar mercados y la confianza de los usuarios, para volver a tener una empresa de bandera.
Un dato que muestra el grado de desarticulación que tiene la empresa, es que si bien maneja el 70% del mercado, en las rutas que compite, por ejemplo con Lan Argentina, esta perdiendo un 60% a 40%. Esa es la demostración que por los años de mal servicio, conflictos y problemas, la gente termina optando por otra cosa. Hay que recuperar la confianza de todos esos usuarios para volver a tener una empresa de la que estemos orgullosos.

¿De que manera toman los trabajadores de la empresa este proceso?
Han apoyado las medidas que tomo el gobierno nacional, porque son los que mejor conocen que la compañía, como estaba siendo administrada y con la falta de inversión que tenía y por ser solamente un apéndice de Air Comet, que era la empresa controlante, nada bueno podía esperarse a futuro, peligrando incluso, las fuentes de trabajo, no solo porque la empresa podía cerrarse sino por la pérdida constante de mercado.
Todos los gremios han apoyado y casi unánimemente sus dirigentes han bancado este proceso.
Aerolíneas Argentina tiene unos 9.200 trabajadores, pero si le sumamos los que trabajan en forma indirecta, que son más de 10 mil, superamos los 20 mil trabajadores que dependen de ella, con lo cual si se hubiese cerrado, se creaba un problema muy importante socialmente.

¿A tu criterio la decisión política es convertir a la empresa nuevamente en un orgullo para los argentinos?
Estoy convencido que esto va a ser así. Estoy convencido que con algo de recursos, renovar parcialmente la flota e incorporar aviones para cumplimentar la demanda insatisfecha que hay hoy en muchas ciudades del país, Aerolíneas va a volver a ser un ejemplo de empresa aerocomercial.

 
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