Nación
Informe:
Las voces que el Monopolio sigue tratando de ocultar
(13/09) Hoy como nunca queda en claro la manipulacuión de los medios que realizan quienes detentan el monopolio de la comunicación en Argentina. La palabra de Frank La Rue, relator de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para la Libertad de Expresión; Estela Carlotto, de Abuelas; Víctor Ego Ducrot, periodista, docente y director del Observatorio de Medios de Argentina; Hugo Barcia, Presidente de Faro de la Comunicación y Secretario General de la Agrupación de Periodistas Los 100, son algunas de las que no se escuchan.
"A la concentración de medios tenemos que verla como una amenaza fundamental"
"Si algo atenta contra la libertad de expresión es la concentración de los medios", dijo durante el foro " Diversidad y pluralidad en los medios electrónicos en las Américas".
El relator de la ONU dijo que hay una concentración de medios porque se ven como consorcios económicos, pero los medios tienen que tener una regulación distinta porque antes de ser un negocio y ente comercial son un servicio público.
"Queremos combatir los monopolios en materia económica y comercial, con mayor razón los monopolios en materia de comunicación, para garantizar el pluralismo y la diversidad cultural de los pueblos", añadió el relator.
"La concentración en medios amenaza por dos lados: el derecho de comunidades que se quedan excluidas y al pueblo entero que tiene derecho a recibir información de diferentes perspectivas, por lo tanto dicha concentración "tenemos que verla como una amenaza fundamental".
El regulador también se pronunció en pro de crear un ente regulador de medios e independiente de partidos políticos y de los sectores económicos, de tal manera que ese ente garantice sobre todo que quienes no tienen acceso a voz lo tengan.
Para el responsable del Observatorio de Medios de Argentina, Víctor Ego Ducrot, "la urgencia está en que se apruebe la ley" para terminar con el "orden monopólico". El jefe del bloque de diputados del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, afirmó que se extendieron las audiencias para "darle un día más, dada la gran cantidad de inscriptos, que superó todas las expectativas". De esta manera, el plenario de las comisiones de Comunicación, Presupuesto y Libertad de Expresión, pasaran para el martes próximo, según adelantó el legislador. "La semana que viene se dedicará a la construcción del despacho de comisiones. La idea es que el martes se pueda firmar el despacho y el miércoles presentarlo en el recinto para su debate", detalló Rossi, quien también habló de eventuales modificaciones referidas a la autoridad de aplicación, para darle mayor representación federal, y al ingreso de las telefónicas, para ponerles más límites.
“La prensa de la dictadura tiene nombre y apellido: Ernestina Herrera de Noble”
Sin embargo, la Presidente de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, afirmó en diálogo con que esto solo sirve para "dilatar el tema". Si bien consideró que la iniciativa "tiene que debatirse como toda ley que se presenta como al Parlamento con las correcciones y los aportes para que sea lo más perfecta posible", tampoco "hay que demorar, como se quiere, esta discusión para luego de 10 de diciembre". "Esto es como parar el Parlamento cuando allí están los que son nuestros representantes elegidos legítimamente y los demás tendrán que asumir cuando les toque.
"No se puede paralizar el Congreso por un capricho", opinó Carlotto. En este sentido, señaló dos alternativas: "O seguimos con la ley de la dictadura, que es aberrante y está hecha a medida de los usurpadores del poder, o ponemos una nueva ley que tendrá un impacto claro sobre la sociedad". La presidenta de Abuelas recordó que "tanto la prensa escrita como la televisiva, era obsecuente con la dictadura, alababan la dictadura, decían lo que la dictadura les decía que había que decir, ocultaban lo que les decían que oculten.... Esa prensa tiene nombre y apellido y todos los sabemos: Ernestina de Noble, La Nación, La Prensa".
"el sistema mediático argentino, siempre ha salido de forma contundente a defender los intereses oligárquicos"
Para Víctor Ego Ducrot, periodista, docente y director del Observatorio de Medios de Argentina, "el sistema mediático argentino, siempre ha salido de forma contundente a defender los intereses oligárquicos". "Examinemos los archivos de cuando el escenario político del país se convulsiona, cuando las fuerzas populares acceden al escenario político y se tornan ciudadanos. Aquel 17 de octubre del 1945 es un ejemplo, y si revisamos los diarios de esos años reproduciendo aquella racista expresión que hablaba de aluvión zoológico". Ego Ducrot también trajo a colación el ejemplo de la última dictadura militar. Al respecto, apuntó que uno de los "columnistas estrella del Grupo Clarín, el señor Eduardo Van der Kooy, en los años de plomo fue distinguido como joven del año por el dictador Jorge Rafael Videla".
Para el especialista, en un momento en el que la concentración mediática se profundiza cada vez más, "la urgencia esta en que se apruebe esta ley" de Comunicación Audiovisual que propone el gobierno de Cristina Fernández.
El problema es que ahora la oposición "ha cerrado filas contra el proyecto, a cerrado filas a favor del mantenimiento de orden monopólico" y "boicoteó, silenció e invisibilizó esa riquísima ronda de debate que se hizo a lo ancho y largo del país, porque formaba parte de su campaña en contra del proyecto, que tiende a democratizar la palabra".
"La Argentina llega a su segundo centenario con el mismo problema estructural: los poderes oligárquicos concentrados, hegemónicos, burlándose, cuando no asesinando a los sectores populares. Estamos frente a esta dicotomía. Hay muchos senadores, diputados, legisladores que hacen referencia de este proyecto desde una supina ignorancia. Estos son los cómplices históricos del sistema de poder oligárquico", concluyó Ego Ducrot.
“Los medios ya no quieren influir en el poder. Ahora quieren ser el poder”
Hugo Barcia, Presidente de Faro de la Comunicación y Secretario General de la Agrupación de Periodistas Los 100, y como tal, integrante de la Coalición por una Radiodifusión Democrática, que ha colaborado en la elaboración de los 21 puntos que fueron presentados a la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner para la elaboración de este proyecto que hoy esta en tratamiento en la Cámara de Diputados.
"En representación de muchos colegas periodistas, quiero contarles los fundamentos de nuestro apoyo a esta Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. El decreto ley 22.285, que lleva las firmas de Videla y Martínez de Hoz, ya era de por sí macabro porque impedía a cualquier organización civil sin fines de lucro acceder a una licencia de radio o televisión, lo que significaba que una facultad o un gremio, por ejemplo, no podían hacer escuchar sus voces. Además, establecía que el directorio del COMFER debía estar constituido por un representante del Ejército, uno de la Marina, un tercero de la Aeronáutica y otro de los Servicios de Inteligencia, es decir, una entidad perfectamente preparada para cazar brujas".
"Sin embargo, la reforma que se operó en los años 90 agravó aún más esta situación porque permitió un proceso de concentración monopólica de los medios. ¿Por qué es malo que los medios se concentren monopólicamente? Porque sólo permite a los dueños de esos medios concentrados hacer escuchar su versión de la realidad, en tanto que las opiniones del resto de los argentinos quedan sumergidas en el silencio. Se trata, pues, de un modelo de exclusión de voces, de un modelo de silenciamiento, de uniformización de discursos, una verdadera dictadura mediática que impone sus criterios autoritariamente. Es un modelo que desprecia la democracia, la degrada y la confina a un lugar apenas formal en donde nada se debate. La democracia debe ser fundamentalmente debate de ideas, pluralidad de voces y deben caber en ella todos los ciudadanos. Pero esos ciudadanos deben estar desamordazados y deben tener la sagrada oportunidad de escuchar a los otros ciudadanos, condición indispensable para conformar un criterio propio".
"Muy por el contrario, el monopolio mediático impide estas calidades democráticas. Si los medios siempre fueron influyentes y formadores de opinión, a partir de la concentración monopólica hicieron esta despótica ecuación: "ya no queremos influir en el poder. Ahora el poder somos nosotros".
"Los argentinos hemos vivido sumergidos durante casi tres décadas bajo el imperio del modelo neoliberal, un modelo de exclusión social y de brutal achicamiento de las capacidades productivas del país. Desprecio del mercado interno, pérdida del patrimonio nacional, desindustrialización, derechos laborales que cayeron en el olvido, y la pobreza sentándose a la mesa de millones de compatriotas".
"El modelo neoliberal y concentración monopólica de los medios van de la mano, son distintas aristas de un mismo proyecto antinacional y antipopular: los monopolios mediáticos se crearon para acompañar con su silencio cómplice el más grande despojo al que haya sido sometido el pueblo argentino".
"En los años 90, los argentinos perdimos nuestro patrimonio público, el que nos había llevado más de siete décadas acumular con el esfuerzo de millones de compatriotas. Y los monopolios callaron: ni un solo debate serio se pudo hacer oír mientras desvalijaban nuestra casa. Los que dicen levantar la bandera de la libertad de opinión y de la prensa libre y del periodismo independiente, han sido y son especialistas en ocultamientos y en silenciar catástrofes para el pueblo. Valga la pena recordar que, cuando asumió la última y sangrienta dictadura militar, Clarín titulaba en su primera plana: "Gobierna la Junta militar", como si anunciara una lluvia o un partido de fútbol. Pero no se jugaba un partido de fútbol y la lluvia era de sangre, de sangre de miles de compatriotas a los que nunca más volveremos a ver".
"Los falsos adalides de la libertad de prensa multiplican las voces de los serviles, de los que acomodan sus discursos para no molestar al amo. Los empleados del mes son gratificados con el premio de tener su espacio en la pantalla. Estos serviles tanto dicen que este Congreso no tiene legitimidad para tratar este proyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, violentando la Constitución como hicieron los dictadores del 76, como que el órgano de aplicación de la nueva ley no puede tener mayoría del oficialismo, vulnerando los principios básicos de la democracia representativa. Y aquí quiero agregar algo, porque los otros días he escuchado a un representante de las radiodifusoras privadas argentinas, con el cual quiero debatir amistosamente. Este señor esta preocupado, y lo expresó públicamente en declaraciones periodísticas, porque dice que este proyecto de ley, dejando deslizar que en realidad estaba hablando de este gobierno, quiere manejar los contenidos. En realidad, este proyecto de ley lo que quiere hacer es preservar la producción nacional y le reserva un porcentaje a la producción nacional. Entonces yo quiero decirle humildemente a este señor que la Argentina el año que viene va a festejar su Bicentenario. ¿Qué quiere decir el Bicentenario?. El Bicentenario quiere decir que los argentinos hace ya 200 años pegamos nuestro primer grito libertario para dejar de ser colonia. Ya es hora que algunos se enteren de eso".
"Quiero hacer ahora una apreciación estrictamente personal: les quiero recordar que soy periodista, pero en los últimos años he visto cómo de la mano de este proceso de transformación de los medios de comunicación en factores de poder en sí mismos, cómo de la mano de la supuesta prensa libre, cómo de la mano de los supuestos periodistas independientes, mi profesión, la que elegí hace casi tres décadas, se fue degradando y se fue convirtiendo nada más y nada menos que en un espantoso Campo de Marte, donde lo único que se hace son operaciones destinadas a extorsionar a los gobiernos de turno. Entonces yo quiero afirmar, en referencia a los periodistas independientes, que, si periodistas independientes son aquellos que en los años 90, mientras la Argentina era saqueada, callaban, yo no soy un periodista independiente".
"Si periodistas independientes fueron aquellos que cuando en la Argentina desaparecían 30.000 compatriotas callaban, yo no soy un periodista independiente. Yo soy un periodista felizmente esclavo de mis convicciones nacionales y populares".